Como sabemos, el tráfico ilícito de obras de arte y de bienes culturales afecta tanto a los países desarrollados como en desarrollo, y da lugar a pérdidas irreparables del patrimonio cultural. Se trata de un delito de alcance internacional, pues no respeta fronteras, dado que con frecuencia las piezas robadas se trasladan de unos países a otros y que desde hace años está siendo controlado por determinadas organizaciones criminales.
El motor del tráfico ilícito de obras de arte es la demanda del mercado del arte, la mejora de los transportes y la inestabilidad política de determinados países. Por otra parte, ofrece cuantiosos beneficios a los delincuentes involucrados en esta actividad, quienes a menudo operan en redes vinculadas con otras actividades delictivas[1].
Para luchar contra esta actividad criminal, resulta imprescindible colaboración de INTERPOL[2], organización policial internacional que suministra diversas herramientas que facilitan el intercambio mundial de información sobre todos aquellos delitos relacionados con las obras de arte, las características de las obras y los delincuentes implicados.
INTERPOL actúa como repositorio central de estos datos y realizamos análisis para determinar las últimas tendencias en el robo de obras de arte, como la proliferación de obras falsificadas o falsas, o el uso de Internet para la venta de obras de dudosa procedencia.
Entre las herramientas y los servicios que se ponen a disposición de las fuerzas del orden, las instituciones culturales y el público en general, figuran los siguientes:
- Alertas y comunicados de prensa publicados en el sitio web: Estas alertas que se difunden a todas las policías integradas en la Organización, tienen por objeto solicitar la colaboración de los ciudadanos para ayudar a localizar determinadas obras de arte o a recopilar información sobre ellas.
- Carteles: Además, semestralmente se publican carteles de INTERPOL sobre las obras de arte más buscadas en los que se describen piezas desaparecidas recientemente. Ejemplo de este póster es el de diciembre de 2014.
- Piezas no reclamadas: En la página web de INTERPOL se publica un listado de las piezas desconocidas que han sido decomisadas por la policía, a fin de ayudar a descubrir a sus propietarios legítimos. Esta labor resulta muy importante porque en el caso de que se identifique su propietario se puede esclarecer el hecho delictivo y su autoría dado que muchas veces se tiene plenamente identificado el poseedor e intermediario de las piezas intervenidas.
- Grupo de expertos: INTERPOL coordina un grupo multidisciplinar de expertos en bienes culturales robados, que actúa como órgano consultivo de la Organización. Este grupo se reúne una vez al año para formular recomendaciones encaminadas a prevenir el tráfico ilícito de bienes culturales. En España, esta competencia recae en la Brigada de Patrimonio Histórico del Cuerpo Nacional de Policía.
- Misiones de evaluación: Además de las funciones anteriores, conscientes de la trascendencia internacional de este tráfico, INTERPOL ofrece la ayuda a los países que afrontan situaciones de emergencia a proteger su patrimonio cultural, estando en condiciones de desplegar misiones de evaluación para examinar la situación y proporcionar conocimientos especializados
Bases de datos de INTERPOL
Esta labor no se podría realizar si INTERPOL no dispusiera de una base de datos actualizada de todas las piezas robadas y que se comunican por las Oficinas Centrales Nacionales de cada país, que en España, recae legalmente en el Cuerpo Nacional de Policía, como OCN INTERPOL. Esta base de datos se creó en 1995 con la finalidad de centralizar la información sobre las piezas robadas y difundirla a escala mundial
En el año 2013, para tener una idea aproximada del volumen de información cruzada, se realizaron 31.350 búsquedas en esta base de datos que, al final de ese año. A diciembre de 2014 contiene alrededor de 45.000 registros que se genera con la información trasladada por los 190 países que lo integran. Desde la creación de esta base, se han recuperado cerca de 2.000 objetos robados que están reseñados en ella.
Todas las piezas inscritas se reseñan con arreglo a una norma internacional conocida como “OBJECT ID” que recoge la descripción íntegra de los bienes culturales denunciados y que tiene la ventaja de poderse consultar sin necesidad de ser perito en la materia.
Esta base de datos sobre obras de arte robadas está a disposición de los funcionarios de las fuerzas del orden a través del sistema mundial de comunicación policial protegida de INTERPOL.
Desde 2009 también pueden acceder a ella ciudadanos particulares autorizados. Hasta la fecha, han tenido derecho de acceso público a esta base de datos más de 13 900 usuarios de 94 países, entre ellos representantes de servicios de aduanas, administraciones estatales e instituciones culturales, así como profesionales del mercado del arte y coleccionistas privados.
En España el enlace con esta base de datos está centralizado en la Brigada de Patrimonio Histórico del Cuerpo Nacional de Policía que a su vez, comparte la información con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Además y con la finalidad de llegar a conocimiento de todos los ciudadanos, INTERPOL ofrece determinada información de acceso público que se puede consultar las obras culturales robadas accediendo a la base de datos de Interpol
[1] http://www.interpol.int/es/Criminalidad/Obras-de-arte/Obras-de-arte
[2] Con 190 paises INTERPOL es la mayor organización policial internacional del mundo. Su función consiste en permitir que las policías de todo el planeta colaboren para hacer del mundo un lugar más seguro. Su moderna infraestructura de apoyo técnico y operativo contribuye a hacer frente a las crecientes dificultades que comporta la lucha contra la delincuencia en el siglo XXI.