INTRODUCCIÓN. CONCEPTO DE DELINCUENCIA ORGANIZADA.
El crimen organizado constituye uno de los fenómenos más característicos de la criminalidad desde el último tercio del siglo XX, fenómeno que según todos los indicios va a ser igualmente dominante en el siglo actual.
Efectivamente, en las últimas décadas se han producido transformaciones de gran relevancia en la criminalidad en el ámbito mundial: mientras que las actividades delictivas clásicas eran llevadas a cabo básicamente de manera individual, se observa en la actualidad una evolución hacia una criminalidad conducida por grupos de delincuentes bien estructurados y que asumen el crimen como empresa, como negocio, esto es lo que denominamos a grandes rasgos crimen organizado .
A la hora de definir la criminalidad organizada, la doctrina coincide en la necesidad, como punto de partida, de diferenciar la organización criminal de una simple asociación para delinquir o codelincuencia . Esto es, estamos ante algo más que una simple concertación de personas con el propósito de cometer delitos. El concepto estricto de crimen organizado necesita del complemento de otros indicadores, y vendría a ser así un plus respecto de la asociación criminal, tradicionalmente tipificada en la mayoría de los ordenamientos penales —en nuestro Derecho en el artículo 515 del Código Penal que tipifica la asociación ilícita mientras que las organizaciones criminales están tipificadas en el artículo 570 bis del C.P. de las que más adelante se hablará.
La delincuencia, al igual que la economía, se ha globalizado ostentando especial gravedad la delincuencia organizada en sus diversas especialidades y, en concreto el delito de blanqueo de capitales, ha adquirido un especial protagonismo como mecanismo ilegal de reciclaje de las ganancias ilícitas generadas .
El crimen organizado actúa en múltiples frentes como el terrorismo global; la delincuencia organizada y transnacional en sus diversas facetas -inmigración ilegal y tráfico de seres humanos, tráfico organizado de estupefacientes, tráfico de armas-; la delincuencia grupal o tribus urbanas; la cibercriminalidad o delitos informáticos -ataques a sistemas informáticos, fraudes, contra la propiedad intelectual, pornografía infantil, y como no en la criminalidad financiera.
Es evidente que el terrorismo se ha convertido en la principal amenaza y una prioridad absoluta para los Estados. Constituye el uso de una forma violenta de actuación con la intención de afectar a la estructura del poder en áreas geopolíticas del mundo, que van más allá de la mera estatalidad o a escala de la sociedad global en su conjunto .
Podemos afirmar, por lo tanto, que la delincuencia organizada es otra amenaza para los Estados. Sus consecuencias y efectos son coincidentes con los del terrorismo: atacan el sistema democrático, la libertad, la seguridad y la prosperidad, pero con otra finalidad. Según G. Kaiser (1985) las características de la delincuencia organizada son:
• Asociación duradera de una pluralidad de personas: Estas organizaciones criminales están formadas por numerosos miembros (3 o más) que se asocian para delinquir.
• Estructura organizada y jerarquizada: Hay una perfecta división del trabajo en la que cada miembro juega su papel de forma coordinada con los demás. Todos los componentes obedecen a sus jefes. Existen mandos “supremos” intermedios y la “tropa”.
• Carácter de perdurabilidad en el tiempo: La organización es permanente, sus miembros van pasando pero ella sigue existiendo, se va renovando y adaptando a los nuevos tiempos.
• Su actividad se centra en negocios ilegales, adaptados en cada momento a las necesidades de la población: Estas organizaciones criminales “suministran” a los ciudadanos aquellas actividades o sustancias prohibidas por los Estados. Estas actividades o bienes prohibidos van cambiando a lo largo de la historia de las naciones y los grupos criminales se van adaptando, y cubren las “necesidades” solicitadas por la sociedad.
• Tecnología flexible al delito y variedad de medios para delinquir: Esta delincuencia se adapta constantemente a los tiempos actuales y emplea la amenaza, la extorsión, el robo, el asesinato, los tráficos ilícitos, entre otros delitos, en su actividad diaria.
• Aspira a consolidar posiciones de poder económico y político: Actúa como grupo de presión a nivel político y económico e intenta controlar determinadas instituciones políticas y financieras.
• Internacionalidad y movilidad: Trata de extender su acción criminal internacionalmente. Cambia constantemente de “zonas de actuación” cuando por razones estratégicas le interesa.
• Férrea disciplina: Los miembros de la organización están obligados a obedecer, a no quebrantar la “ley del silencio” y si lo hacen son fuertemente castigados.
• Su objetivo principal es el lucro económico y corromper el sistema económico y político.
Terrorismo y delincuencia organizada buscan la desestabilización y la desaparición del orden existente para conseguir sus intereses; unos supuestamente ideológicos otros materiales. Aunque sus estrategias y tácticas pueden parecer distintas, existe una gran coincidencia: ambos fenómenos han internacionalizado sus actividades, se han organizado en red, los dos buscan la penetración e infiltración en el tejido social y económico, tienen una gran capacidad de adaptación y sobre todo utilizan la violencia, la extorsión e implantan el terror.
Javier Zaragoza Aguado , manifiesta que los cuatro pilares que conforman esa multinacional del crimen, son: el narcotráfico, el terrorismo, la corrupción y el crimen organizado. En concreto, con el narcotráfico, afirma, que en los primeros meses de 1988, la sensación de impunidad de los traficantes, hizo que se creara una contra reforma, la primera reforma del Código penal de 1988, que endureció no sólo las penas para el delito de tráfico ilegal de drogas, sino que incriminó y penalizó por primera vez el blanqueo de capitales y además se creó una Fiscalía Especial Antidroga que se encajó dentro del organigrama de la Audiencia Nacional, y que ha desempeñado la función de investigar y perseguir los delitos en relación con el blanqueo de capitales y la investigación de organizaciones vinculadas al narcotráfico.
La década de los años 90, fue el año de la corrupción, convirtiéndose la lucha contra ésta en uno de los principales objetivos de la política criminal. Continúa afirmado Javier Zaragoza, que en 1995 surge la Fiscalía Especial para los delitos económicos relacionados con la corrupción que es la que comúnmente se conoce como Fiscalía Especial Anticorrupción.
La información, por otra parte, ha sido y será la clave para el desarrollo y evolución de la sociedad. Sin embargo, esa información en los momentos actuales, adquiere una dimensión global, expansiva, casi revolucionaria como resultado de la aplicación de las nuevas tecnologías a los canales por donde circula, por donde fluye, por donde se transmite y distribuye. La integración de la tecnología con la información, es de tal repercusión que está configurando un nuevo modelo de sociedad y como en todos los inicios existe incertidumbre a la vez que expectativa y esperanza. Por otro lado, los avances tecnológicos han tenido y seguirán teniendo un impacto muy significativo en la actividad delincuencial que utiliza éstos en beneficio propio. Internet ha supuesto una vía de progreso en sus relaciones para millones de ciudadanos, pero también el acceso de los delincuentes en general y específicamente para la delincuencia organizada.
La delincuencia, tanto organizada como la no organizada, se ha adaptado a las nuevas formas tecnológicas, de aquí que, el ciberespacio se convierta en un ámbito especialmente atractivo para los delincuentes. Estos grupos utilizan el ciberespacio como medio para cometer sus hechos delictivos, como por ejemplo ordenar transferencias bancarias fraudulentas, o al menos como medio de apoyo útil y específico para alcanzar el logro de éstos, como por ejemplo las comunicaciones vía Internet entre traficantes de drogas para sus transportes y citas. Ambos ejemplos tienen en común la utilización del mismo medio.
Todo lo anterior se inscribe en un mundo globalizado, dónde los grupos organizados pueden llegar a enfrentarse a Gobiernos y Estados, poniendo en peligro a nuestras sociedades. Las nuevas tipologías delictivas necesitan, por lo tanto, irremediablemente, respuestas novedosas y efectivas desde todos los ámbitos, bien sean jurídicos, policiales o tecnológicos.
Sempre de utilidade a troca de conhecimentos. – Excelente artigo.
Porto Alegre – Rio Grande do Sul – Brasil
Muito obrigado
Cumprimentos
Adolfo de la Torre