Explosión, primeras diligencias de investigación

Últimamente se ha hablado mucho de las consecuencias que provoca una explosión en un lugar confinado como un piso, chalet o almacén. Es evidente que cuando se produce una explosión de origen desconocido asisten en primer lugar agentes policiales de Seguridad Ciudadana que no son expertos en la materia pero, como en otros casos en los que intervienen en primer lugar, su actuación puede resultar básica para aportar datos imprescindibles a los investigadores policiales.

La labor de investigación técnica recae en expertos adscritos a las unidades de Policía Científica que cuentan con los conocimientos, experiencia y medios para poder comprobar la etiología del suceso.

No obstante, los primeros momentos de intervención, como he apuntado, son básicos para determinar qué líneas deben seguirse después.

Con este único objeto me gustaría aportar unos apuntes imprescindibles para identificar el posible origen del siniestro.

Los efectos de las explosiones, además de las graves lesiones que puede provocar en las personas,  suelen ser diversos:

• Efecto térmico, cuando como consecuencia de la explosión se unen otros efectos como la formación de llamas o bolas de fuego que posteriormente provocarán un incendio.
• Efecto metralla, que provoca la explosión con la consiguiente proyección de objetos y cascotes más o menos grandes de los elementos estructurales del edificio afectado.
• Efecto sísmico, que se dan en algunas ocasiones como consecuencia de los efectos que generan los elementos proyectados de construcción al caer al suelo provocando temblores en el firme. Este efecto no se aprecia en todas las explosiones ya que afecta a aquellas de mayor envergadura.

Es primordial en cualquier explosión determinar en primer lugar la presencia de seres humanos afectados para poder iniciar las labores de rescate que realizarán los servicios de emergencia y bomberos.

Posteriormente, y una vez garantizada la seguridad e integridad de la estructura por los servicios técnicos de bomberos, tras realizar los avisos previos a los expertos de Policía Científica, es conveniente realizar las primeras comprobaciones por los agentes policiales comisionados y que se centrará principalmente en:

1. Identificar qué tipo de local ha sido afectado, si es una vivienda, un almacén, una factoría, etc.
2. Identificar sus titulares y ocupantes.
3. Identificar la actividad desarrollada en su interior.
4. Realizar una primera exploración de la estructura para comprobar la posible etiología del suceso y proteger el área afectada teniéndose en cuenta lo siguiente:
5. Determinar si puede haberse producido el efecto BLEVE[1] típica de las explosiones físicas, es decir una explosión sin reacción química que se provoca al liberarse de un contenedor un gas comprimido o una expansión explosiva de los vapores de un líquido en ebullición. Este efecto se produce cuando un líquido contenido en un recipiente hermético sometido a presión y a una temperaturas superior a la de su ebullición se sobrecalienta en exceso. Si con posterioridad se produce una disminución de la presión interior por fractura del recipiente  y sale al exterior se transformará en vapor con la consiguiente explosión. Pero si el líquido contenido es combustible como los gases licuados del petróleo (GLP) se producirá una reacción violenta de combustión  en forma de bola de fuego al entrar en contacto súbito con el oxigeno. Este efecto se puede producir en botes de spray, aerosoles, contenedores de GLP, calderas a vapor, etc. Y el motivo puede ser debido a varias causas como el aumento de la temperatura exterior por un incendio lo que  genera un presión interior muy elevada que unido a la baja resistencia del contenedor se produzca el efecto Bleve.
6. Otro aspecto a descartar en la primera inspección es comprobar si en el lugar se acumulan sustancias químicas susceptibles de provocar una explosión de esta naturaleza. Estas explosiones precisan una reacción química que provoca un efecto termodinámico exotérmico muy violento en función de los reactivos químicos afectados. En todos los casos se requiere la presencia de una fuente de ignición para que se genere la explosión. Ejemplos de estas explosiones son las derivadas de gases combustibles como el gas propano, butano o gas natural. Los efectos destructores variarán según el gas afectado ya que el peso molecular de uno u otro son diferentes. Así, si se ha producido una acumulación de gas metano los efectos se observarán más en las capas altas de la estancia pero si es gas propano o butano que tienen un peso molecular mayor que el aire se observará en las capas más bajas del local.
7. También hay que observar si en el local afectado se aprecian vestigios de líquidos inflamables y combustiles como las gasolinas y que se podrán apreciar por los característicos olores que desprenden. Si se derraman estas sustancias que poseen un punto de inflamación que se encuentra sobre los -40º centígrados a la temperatura ambiente pasarán rápidamente a estado gaseoso y al mezclarse con el oxígeno se formará una atmósfera explosiva idónea para que se produzca la explosión.
8. Otro aspecto a comprobar es el hecho de determinar la presencia de polvos que se encuentren en suspensión ya que las partículas finas como harinas, cereales, serrín y similares, aunque no sean materiales combustibles, pueden generar atmósferas explosivas que unidas a una fuente de calor se provoque ésta.
9. Otra comprobación que se debe establecer es determinar la presencia de humo o producto de la combustión conocido como Backdraft o contratiro. Este efecto se ha observado en algunos casos de muertes por la presencia de monóxido de carbono como consecuencia de una combustión con ausencia de oxígeno. Si en un momento determinado entra oxígeno en la estancia se puede producir una gran bola de fuego a modo de explosión en todo ese espacio confinado.
10. Y, por último, si no se observa en el espacio donde se ha producido una explosión ninguno de los efectos antes descritos, podemos pensar que detrás de este suceso pueden haberse empleado explosivos. Esta comprobación será verificada por los expertos en desactivación de explosivos pero el agente policial actuante debe pensar que puede encontrarse en una situación de esta naturaleza si, además de haber descartado todas las etiologías anteriores, podemos verificar lo siguiente:

• Se han producido importantes desperfectos estructurales con pequeñas fracturas del material de construcción.
• Se ha producido en un espacio no confinado.
• Presencia de un cráter muy identificado en un lugar concreto de la estancia afectada.
• Observar efectos radiales de la onda expansiva.
• Se observa ausencia de ningún rango de inflamabilidad en el espacio afectado.
• No se aprecia la existencia de ninguna fuente de calor que haya sido el motivo de ignición origen de la explosión.
• Presencia de objetos sospechosos como elementos químicos diferentes, iniciadores u otro material similar.

No me queda más que insistir en avisar de la importancia que tiene realizar una primera inspección con la precaución que se requiere como medida de autoprotección del funcionario policial dando prioridad a este extremo y la consiguiente acción de auxilio a las víctimas afectadas por el siniestro manteniendo protegida la escena de los hechos y la debida cadena de custodia de todos los efectos de interés policial hasta la llegada de los equipos técnicos especializados.

Saludos amig@s

[1] Boilling Liquid Expanding Vapor Explosion.