El informe Cocaine Insights, desarrollado por United Nations Office on Drugs and Crime (UNODC) en el marco del programa CRIMJUST[1] , en cooperación con socios e instituciones interesadas a nivel nacional, regional e internacional, ofrece los últimos conocimientos y tendencias sobre temas relacionados con los mercados de cocaína en un formato accesible e informativo. En este documento se alerta sobre la creciente fragmentación del panorama criminal en materia de tráfico de cocaína en Colombia lo que ha provocado la formación de nuevas alianzas entre grupos criminales y que ha permitido la aparición de nuevas oportunidades para que las redes criminales europeas establezcan nuevos contactos con proveedores en América del Sur.
Uno de los aspectos más relevantes de este informe es constatar el hecho de la irrupción de organizaciones criminales de habla albanesa y procedente de los Balcanes Occidentales especialmente prominentes en la adquisición de grandes cantidades de cocaína directamente en la fuente, eliminando a los intermediarios, responsables del abastecimiento de grandes cantidades de esta sustancia a Europa.
Otro de los aspectos que destaca el documento es la comprobación de que el epicentro del mercado de la cocaína en Europa se ha desplazado hacia el norte y que se materializa a través del envío de contenedores a los puertos de alto volumen de Amberes, Rotterdam y Hamburgo consolidándose el papel de los Países Bajos como punto de escala del tráfico de cocaína superando a la península ibérica como el principal punto de entrada de esta droga que llega a Europa. Esta droga es la segunda sustancia estupefaciente más consumida en Europa occidental y central, y las estimaciones más recientes a 2021 sugieren unos 4,4 millones de consumidores el año pasado. Las intervenciones de cocaína en estos puertos marítimos por las autoridades aduaneras de países de Europa occidental y central en el año 2020 (últimos datos disponibles) en comparación con 2019 lo demuestra. Las repetidas incautaciones de varias toneladas de cocaína en los últimos años, tanto en el origen como en el destino, han puesto especialmente de relieve el aumento significativo del suministro de cocaína a esta región.
Las organizaciones de tráfico de drogas altamente sofisticadas que operan a escala mundial orquestan el suministro mayorista de cocaína a gran escala a Europa. Para seguir el ritmo de la producción en continua expansión, han adaptado sus procesos y modus operandi para poder traficar cantidades cada vez mayores de cocaína.
Las organizaciones criminales contemporáneas se componen de complejas redes de contactos que dependen de representantes presentes en los países de origen y de destino y utilizan la corrupción de manera intensiva para facilitar el transporte de cocaína. Por otra parte se ha comprobado que las organizaciones criminales originarias de Europa y América Latina han adaptado sus modelos comerciales para transportar cantidades sin precedentes de cocaína para garantizar la disponibilidad de cocaína en los mercados europeos. La formación de alianzas, la colaboración entre diferentes grupos narcotraficantes y la consolidación de cadenas de suministro están influenciadas por numerosos factores, incluida la situación geográfica, pero también aspectos menos obvios como los vínculos económicos y los patrones de comercio legítimo, los vínculos históricos y la afinidad lingüística. Por ejemplo, las grandes cantidades de contenedores que pasan por puertos importantes como los de Róterdam (Países Bajos), Amberes (Bélgica), Hamburgo (Alemania), Valencia y Algeciras (España) con mercancías legítimas los hacen vulnerables a la infiltración de envíos ilegales
Un aspecto que preocupa en este floreciente mercado de la cocaína es el aumento de actos violentos como asesinatos, enfrentamientos armados, incendios provocados, secuestros, tortura e intimidación relacionados con esta actividad criminal. Se ha comprobado que un número creciente de redes criminales utilizan la violencia de una manera más habitual y ofensiva.
Para contrarrestar este peligroso avance del tráfico de la cocaina se apuntan diversas técnicas operativas entre las cuales se cita el reforzamiento de la capacidad para anticipar e interceptar envíos en frontera, detectar e identificar a los grupos delictivos, e investigarlos de manera coordinada, estratégica e efectiva. Para garantizar un impacto real, estas actividades operativas deben apuntar a la columna vertebral de las organizaciones en los niveles más altos de las estructuras criminales y las redes subyacentes y, por lo tanto, contrarrestar las actividades de tráfico de la manera más efectiva posible.
La inteligencia criminal debe emplearse para identificar todos los integrantes de los niveles más altos de organizaciones de tráfico de drogas lo que permitirá establecer acciones operativas que neutralicen las actividades criminales.
Se recomienda en este informe que las autoridades encargadas de su persecución investiguen los casos de corrupción en los puertos, ya que se ha comprobado que de esta forma se evitaría que muchos envíos ilícitos se introujeran, y garantizar que los canales de denuncia, incluidos los anónimos, estén establecidos y funcionen adecuadamente.
Se insiste en el hecho de que las investigaciones financieras deban convertirse en la norma en el contexto de la lucha contra el crimen organizado ya que estos delitos generan importantes beneficios ilícitos por lo que, los gobiernos deben tener en cuenta en su persecución dadas las facilidades que la legislación permite en el contexto de libre circulación de personas, bienes y capitales lo que facilita los movimientos transnacionales del lavado de dinero. Es por ello que resulta imprescindible potenciar la actividad de las Unidades de Inteligencia Financiera que deben coordinarse para actuar de manera concertada.
Bélgica como puerta de entrada de la cocaína a Europa
Si bien la Península Ibérica, en particular la costa gallega ha representado durante mucho tiempo un lugar estratégico en la introducción de cocaína en Europa, los datos de incautaciones actuales apuntan a un aumento en la importancia relativa de las cantidades que ingresan a través de Bélgica, especialmente a través de Amberes.
Se manifiesta en este informe que en los últimos años estas partidas de droga se introduce con mayor frecuencia a través de Bélgica mediante envíos marítimos directamente desde el país de origen (Colombia) y no como antes a través de otros países intermediarios. Sin embargo, en el año 2019 se ha comprobado que ha sido reemplazado el tráfico marítimo de origen de la cocaína por Brasil como país de origen.
Las incautaciones de cocaína en Amberes continúan aumentando en general, alcanzando al menos 65,6 toneladas en 2020 sustancia que está destinada a organizaciones que operan fuera de los Países Bajos para distribuirse a otros destinos europeos
[1] El proyecto CRIMJUST apoya a 12 países en América Latina, el Caribe y África Occidental en su lucha contra la delincuencia organizada en las rutas de tráfico de cocaína. Se centra primordialmente en las investigaciones penales y cooperación en materia de justicia penal, a través del Desarrollo de capacidades, la Cooperación interregional y la Integridad institucional. Este proyecto está financiado por el programa Ruta de la Cocaína de la Unión Europea. INTERPOL está encargado de su ejecución en asociación con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y Transparencia International.
Las autoridades belgas informan que grupos criminales de origen marroquí y albanés han establecido contactos con organizaciones criminales de América del Sur y están involucrados en la extracción de cocaína del puerto. Los grupos criminales marroquís mantienen estrecha lazos a través de la frontera con los Países Bajos, a veces basados en lazos familiares, mientras que los grupos de habla albanesa estaban involucrados en la exportación de cocaína a Italia y Albania.