Redes criminales más amenazadoras en la UE

 

El informe de Europol sobre las redes criminales más amenazadoras activa en la Unión EuropeaThe EU’s Most Threatening Criminal Networks”  de 2024, determina la existencia actualmente de 821 redes criminales activas en los 27 países de los Estados miembros de la UE y que fueron seleccionadas en base a criterios en torno a la amenaza que representan. El número de miembros que las integran supera los 25.000 individuos y que están integrados en diferentes grupos criminales de estructura de diversa configuración ya sea jerárquica, descentralizadas o informales. Los países fuera de la UE con mayor actividad criminal son Albania, Brasil, Colombia, Suiza, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido.

La mayoría de estas redes amenazadoras, el 82%, se centran en una actividad criminal, como el tráfico de drogas o los delitos contra la propiedad mientras que el restante 18% se consideran verdaderas redes policriminales activas que delinquen en múltiples áreas criminales. También se afirma que el 68% de las redes criminales están compuestas por miembros de múltiples nacionalidades mientras que el resto (32%) están integradas por miembros de un solo país.

En relación con su relación con el blanqueo de capitales destaca el informe el hecho de que el 86% de estas redes criminales utilizan estructuras comerciales legales. Los sectores más vulnerables a la infiltración del crimen organizado están relacionados con la construcción, la hostelería y la logística. Se insiste en el informe que los negocios legales son la clave en el blanqueo de las ganancias ilícitas obtenidas y que están vinculadas con las inversiones en bienes raíces, en la adquisición de bienes muebles de alto valor y el uso intensivo de negocios relacionados con las transacciones de efectivo.

Las redes criminales se dedican al lavado de dinero como único negocio criminal ofreciéndose también a otras organizaciones criminales lo que determina que cuánto más intensivo es su labor en este campo más fuertes y resilientes se vuelven. También se ha acreditado que son muy ágiles en su actividad mercantil lo que les permite soportar interrupciones por causas externas habiéndose comprobado que un porcentaje muy alto que pueden permanecer activas por períodos superiores a los 10 años.

Las redes criminales con clave española se informan que están compuestas por miembros de múltiples nacionalidades que comparte puestos clave dentro de las redes de 48 nacionalidades diferentes y que se dedican principalmente al tráfico de drogas (cocaína y cánnabis), delitos medioambientales y fraude contra los interese de la UE (fraude de IVA y subvenciones), y blanqueo de dinero. Operan en 50 países, destacando Bélgica, China, Colombia, Francia, Alemania, Italia, Marruecos, Países Bajos y Portugal.

Como el beneficio es el principal objetivo que une a los actores criminales, el blanqueo de capitales es una parte clave en estas organizaciones delictivas comprobándose que casi todas (el 96%) de estas redes blanquean sus ingresos ilícitos. Así mismo se afirma que el 71% de ellas se involucran en delitos relacionados con la corrupción para facilitar la actividad criminal u obstruir la persecución de la ley y los procedimientos judiciales al obtener información sobre sus actividades.

Casi no hay actor en el panorama de la delincuencia grave que no esté vinculado, de una u otra forma, a un sector de la economía legal ya sea para cometer su actividad delictiva, disfrazarla o blanquea sus ganancias ilícitas. Este hecho determina que las redes criminales más amenazadoras sean más ágiles.

El uso de las estructuras comerciales legales (LBS) puede constituir una parte inherente a la especialidad criminal ejecutada (fraude contra los intereses financieros de los Estados miembros de la UE). Para otras áreas criminales constituyen una parte integrante del modus operandi como facilitador criminal, por ejemplo, la utilización de sociedades pantalla o fantasma para facilitar el movimiento de dinero ilícito o las actividades de blanqueo de dinero utilizando en la mayoría de los casos testaferros sin antecedentes penales, a menudo, familiares o amigos de los miembros de la red para registrar y operar con estas LBS y las cuentas bancarias vinculadas.

Casi todas las redes criminales son más amenazadoras utilizan al menos técnicas básicas de lavado de dinero por lo que su actividad en el mercado legal determina que las líneas entre el mundo legal y el ilegal se vuelvan cada vez más borrosas al estar enredadas las ganancias lícitas y las ilícitas.

Según el alcance geográfico de las operaciones de blanqueo de estas redes, el 49% de estas redes más amenazadoras lavan el dinero en la UE,  el 32% dentro y fuera y el 19% lavan el dinero sólo fuera de la UE.

Las redes criminales más amenazadoras utilizan el sector inmobiliario como una de las principales industrias para blanquear sus beneficios ilícitos (41%) mediante transacciones vinculadas con sociedades mercantiles a través de expertos financieros,  jurídicos abogados y contables) y expertos inmobiliarios, que en ocasiones desconocen el origen ilícito. Destaca el hecho que a veces intercambian estos activos entre empresas vinculadas o como pago para otras actividades ilícitas.

Otra de las técnicas más utilizadas para blanquear los recursos ilícitos lo constituye las inversiones en bienes de alto valor y artículos de lujo (27%), la inversión en negocios de uso intensivo de efectivo, por ejemplo el sector de la hostelería (20%) y el destino en criptomonedas (10%).

Para ejecutar estos procesos de blanqueo crean redes complejas de empresas, a menudo sin actividad real, con testaferros como administradores y ubicadas en distintos países. Se confeccionan contratos falsos que permiten transferir importantes cantidades de dinero ilícito mediante las cuentas bancarias de estas empresas.

También se ha comprobado la utilización de sociedades en situación de insolvencia que rescatan, la colocación de dinero en empresas extraterritoriales y el empleo de cuentas bancarias de terceras personas, la contabilidad fraudulenta y la emisión de facturas sobre actividades comerciales inexistentes.

El informe detalla que las actividades de lavado de dinero de estas redes afectan a más de 80 países.